martes, 4 de agosto de 2015

Un paseo por la Serra da Estrela

El Parque Natural de la Serra da Estrela, la mayor área protegida de Portugal, contiene la máxima altura (Torre. 1995 m) y la única estación de esquí del país. En el nacen los principales ríos de Portugal, como son el Zezere, Mondego, y Alva. Todo es grandioso y hermoso, así como sus ciudades y sus pueblos con encanto.

Comenzamos nuestro viaje en Guarda, una de las ciudades más importantes de esta región, que posee uno de los patrimonios más bellos y mejor conservados del país. Fundada por el rey Sancho I resalta su hermosa catedral, sus murallas, iglesias, y antiguo barrio judío, todo perfectamente integrado con el contexto actual.

Para alojarnos escogimos el hotel Santos, muy cerca de la Torre de los Herreros y que nos sorprendió con la combinación de estilos arquitectónicos, integrado en los muros de la antigua muralla, sin dejar de mencionar la amabilidad de los anfitriones y su buena localización, muy céntrico. Sin dudas lo recomiendo.

La Sé Catedral de Guarda, ubicada en la plaza principal de la ciudad comparte esta con el solar de los Póvoas, el edificio de los Balcones y la antigua casa del Ayuntamiento. Su construcción se inicia en el año 1390, pero dada la magnitud del proyecto el edificio se terminó en pleno contexto manuelino. El interior es de estilo Gótico, resaltando el retablo de la cabecera del altar, tallado en piedra de Ança, que representa episodios de la vida de Cristo.

Sé Catedral de Guarda
Disfrutar de un café en la Plaza Vieja
Queríamos conocer un poco la región, así que nos dirigimos a la oficina de información que se encuentra en el solar de los Póvoas donde nos recomendaron visitar algunos pueblos de la región de la Beira. 

Partimos hacia Sabugal, que le da nombre al municipio vecino a Guarda, y que por su posición fronteriza fue de vital importancia en la época medieval, dan muestra de ello el castillo de Vilar Maior (prerrománico del siglo XI) , el de Sortelha (románico siglo XII - XII) y la fortificación de Vila do Touro (comenzada en siglo XII, inacabada).

Sabugal destaca por su castillo que fue modificado y mejorado a lo largo de los siglos, muy bien conservado en su exterior. Desde su torre puede observarse la belleza del paisaje, marcado por el río Coa, que le confiere verdor y frescura, en contraste con las casas de teja de barro en los tejados y granito con pizarra en las paredes y balcones.


Castillo de Sabugal 
Vistas desde el Castillo


Aquí descubrimos la guía de los 12 pueblos históricos de Portugal, entre los que se encuentra Sorthela, al cual nos dirigimos. En el camino nos encontramos con un desfile de coches de todas las épocas, al frente de la caravana uno de bomberos que atraía a todos los vecinos con su corneta. Así que nos tocó toparnos con ellos en cada uno de los siguientes pueblos que visitamos... casualidades de la vida.

Sorthela nos sorprende a todos por su villa medieval conservada entre muros y su torre del homenaje que promete proteger de los grande gigantes de piedra que la acechan.



Sorthela
La visita por sus callejuelas permite al forastero volver a siglos pasados, por entre las sepulturas medievales, junto a la picota manuelina o delante de la iglesia renacentista.


Casas medievales
Castillo y plaza de Sorthela
Para concluir la excursión del día nada mejor que Belmonte, cuna del descubridor de Brasil, Pedro Alvares Cabral, y en donde encontramos el Centro Interpretativo del Descubrimiento del Nuevo Mundo.
La presencia de una Sinagoga comprueba la existencia de una comunidad judía viva, numerosa y activa. Desde finales del siglo XIII se conoce de la presencia de judíos en Belmonte, al igual que en otros pueblos de la región; sobre todo después de la expulsión de estos del reino de Castilla por la reina Isabel; también cuenta con el museo del Judaísmo.
Sin duda alguna fue un enclave importante en la afirmación del poder de D. Sancho I, por las magnitudes de la torre de su castillo medieval, toda una fortaleza que fue transformada y utilizada durante siglos. Se destaca una ventana de estilo manuelino de la primera mitad del siglo XVI. Actualmente el edificio tiene funciones turísticas y culturales, se construyó un anfiteatro al aire libre y la torre contiene un museo de la historia de la región y el castillo.
 
Castillo de Belmonte

Y entre castaños, pinos y la giesta amarilla regresamos a Guarda, para descansar y disfrutar de la deliciosa comida a la que nos tienen acostumbrados los amigos portugueses.


Giesta amarela

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