miércoles, 11 de septiembre de 2013

El Castillo de Mombeltrán

El poblado de Mombeltrán en plena Sierra de Gredos, Ávila y bajo la vista del impresionante pico Almanzor es un interesante destino para una visita-excursión de un día desde Madrid. 

Fachada del Castillo de Mombletrán
Fachada del Castillo de Mombletrán
De este sitio se cuenta que históricamente tuvo un atractivo singular pues constituía un paso obligado en el camino de los pastores que desde tierras extremeñas se movían con su ganado en verano buscando el alimento en los pastos fértiles de la Sierra. De esta forma fue el señorío de afamados personajes como Alvaro de Luna mano derecha del rey Juan II de Castilla y mas tarde de Beltran de la Cueva, duque de Albuquerque quien llegó a tener por tan suyo este pueblo que hasta modifico su nombre a antiguo, de Colmenar de Arenas por el de Mombeltrán. 


Se cuenta que este noble de origen andaluz fue traído a la corte de Castilla por Enrique IV quien habiendo pasado largos años guerreando en tierras del sur, entabló amistad con Diego Fernández de la Cueva, padre de Beltrán  quien puso a disposición del rey todos sus recursos. Como gesto de agradecimiento el monarca trajo consigo al volver a uno de los hijos del noble haciéndolo parte de su corte y poco a poco convirtiéndolo en protagonista de su reinado, concediéndole varios señoríos en tierras de Castilla. Fue así que Beltrán de la Cueva de quien también se dice que le devolvió el favor a Enrique engendrando su única hija, dando lugar al nombre histórico de la Beltraneja, siendo señor de esa tierra decidió edificar su castillo en lo alto de una colina, bordeado por un río, de forma que podía dominar todo el valle. 


Torre del Castillo
Torre del Castillo

Este tiene una base rectangular con torres angulares en cada uno de sus extremos que hoy por hoy constituyen una fachada bastante bien conservada. Si se visita puede comprobarse que las almenas que discurren de una torre a otra están intactas. De esto se dice que es un indicio de que la edificación nunca sufrió asedio debido a que esta estructura constructiva era utilizada para repeler las escaladas enemigas por la pared, sufriendo gran deterioro en el caso de que por la misma fuesen introducidos maderos con objetivo defensivo. De la misma forma en algunos puntos, puede deducirse que la estructura inicialmente contó con un foso que posteriormente fue rellenado por un heredero del Duque de Albuquerque cerca de 200 años después de su construcción toda vez que el mismo perdiera su carácter de fortaleza defensiva y pasara a ser simplemente una residencia. De esta reforma realizada por Francisco Fernández de la Cueva, también data la eliminación del puente levadizo y la portada renacentista que claramente es discordante con el estilo principalmente gótico del resto de la edificación.


Interior del Castillo de Mombletrán
Interior del Castillo de Mombletrán
Avanzando hacia el interior se descubre un patio de armas y varias estancias, un tanto mas deterioradas que las partes externas. Es curioso como pueden apreciarse claramente rasgos constructivos pertenecientes al mudéjar que son claramente explicados por la influencia árabe de su propietario al vivir en tierras del Sur.



De igual forma la torre derecha de la fachada posterior carece de protección en su parte alta debido a que allí los mozos del duque solían practicar la caza con halcones, costumbre también proveniente de tierras andaluzas. 


Techo con forma octogonal, número que los arabes consideraban sagrado
Techo con forma octogonal, número que los árabes consideraban sagrado

Analizando las estancias que dan a la fachada posterior pueden apreciarse ventanas que han sido modificadas luego de la conversión de fortaleza en vivienda. Una fortaleza no podía permitirse tener ventanas demasiado grandes ya que la hacía blanco fácil tanto de escaladores como de objetos lanzados envueltos en llamas para prender el interior. 
Caminando hacia la torre posterior izquierda puede descubrirse un pozo ciego. Este instrumento de tortura típico de la Edad Media y presente en la historia desde la antigua Roma consistía en un agujero con una profundidad tal que la persona que cayese en el no muriese por el impacto, sino que agonizase en el mismo, probablemente con mas de un hueso roto.

Rasgos de la influecia árabe
Rasgos de la influencia árabe
Volviendo por el lado izquierdo, puede verse una salida al exterior sobre la cual están tallados los escudos del Duque y su primera esposa Mencía de Mendoza, heredera del poderoso linaje marcado por su apellido y una de las tres que tuvo Beltrán. Llegando a la torre delantera izquierda, aun queda testimonio de la perfección defensiva del castillo. La misma en su interior cuenta con una estancia destinada al dueño que sin duda era otra fortaleza dentro de la fortaleza. Esta solo podía ser accedida a través del trecho, contando con un puente levadizo para en caso de ser levantada dejarla asilada del resto de la edificación. 

Agujero Saetero para disparar con ballesta
Agujero Saetero para disparar con ballesta

Una vez dentro, en caso de peligro, se contaba con numerosas provisiones para resistir incluso meses y con una temperatura agradable. A todo esto sumar que cuenta con numerosos agujeros para ballestas para eliminar a cualquier peligro que se acercara.
Cuenta la historia que por una de las ventanas, pasaba los días asomada la reina Juana La Loca, quien pasó una temporada aquí, de todo su período recluida.
Ventana de Juana La Loca
Ventana de Juana La Loca


El recorrido al castillo puede ser 
cumplimentado con una ruta de senderismo por la zona, un baño en el río o en las numerosas posas naturales que en el se encuentran o una comida en el pueblo.

Para realizar la visita al mismo, dada su condición de privado, es necesario concertar el guarda que lo abre a los visitantes y gustosamente expone a ellos su saber acumulado durante mucho tiempo.


martes, 10 de septiembre de 2013

Soria de principio a fin

Soria es una región ideal para visitar por el viajero ávido de sensaciones diferentes. Este paraje desconocido para muchos de nuestros amigos a quienes pedimos recomendación, finalmente acabó siendo una mezcla de sitios naturales, historia y hasta poesía que hicieron nuestra estancia allí muy placentera.

Llegamos desde Madrid tomando primero la A1 y luego la N110. Nuestro primer alto en el camino fue el pueblo de San Esteban de Gormaz. Esta localidad enriquece su historia contando que dio refugio a las hijas del cid, quienes al ser ultrajadas por sus esposos los infantes de Carrión en Castillejo de Robledo, fueron rescatadas por su padre y puesta a buen resguardo aquí. Incluso algún pueblerino nostálgico puede llegar a contarte que el autor del cantar era oriundo de esta tierra. Posee un encanto especial que se siente al recorrer sus calles estrechas donde pueden descubrirse escudos heráldicos en muchas de sus casas, cual pueblo medieval. Son de resaltar aquí sus dos iglesias de San Miguel y del Rivero  fieles al estilo románico con su entrada porticada que recuerda muchas otras ya vistas por nosotros como la de San Millán de Segovia y la de San Vicente de Ávila.


Iglesia de San Miguel San Esteban de Gormaz Soria
Iglesia de San Miguel, San Esteban de Gormaz


De esta primera se dice que estaba en construcción en los tiempos del Cid y que sea posiblemente una de las iglesias románicas más antiguas de cuantas en España se conservan. Precisamente en San Esteban, puede visitarse un parque con las muestras del románico en Castilla y León donde pueden verse miniaturas de estos y otros monumentos de este período. Justo premio para Soria que sin dudas constituye un museo viviente del arte románico. Antes de abandonar San Esteban es recomendable visitar los restos del castillo ubicados en un cerro que domina la población. Allí mirando desde las alturas, uno puede hacerse participe de su milenaria historia siendo testigo mudo de las luchas de moros y cristianos por hacerse con su dominio.


Vista panorámica de San Esteban de Gormaz
Vista Panorámica de San Esteban de Gormaz, con los restos del castillo en el fondo


Dejando San Esteban por a poca distancia nos encontramos con el Burgo de Osma, ciudad amurallada que creció en torno a su catedral. Visitándola pudimos ser participes de sus fiestas y de su graciosa tradición de que los niños huyen a toda velocidad por sus calles perseguidos por un enmascarado.
Muralla y Catedral de El Burgo de Osma
Muralla y Catedral de El burgo de Osma
El Burgo de Osma
El Burgo de Osma

En sus cercanías esta el yacimiento de la ciudad celtíbera Uxama que puede ser visitado y cuenta con un aula arqueológica, y mas al norte el pueblo medieval de Ucero. Estos nos los apuntamos para una próxima visita.

Siguiendo nuestro recorrido a la capital, pasamos por Calatañazor, lugar que realmente merece mucho la pena visitar. Tuvimos referencia de él a través de este articulo que lo cataloga entre los 10 pueblos con más encanto de España junto a Patones de arriba en el que ya hemos estado.
Calatañazor Soria
Calatañazor, Soria

De aspecto medieval, parece totalmente detenido en el tiempo, con calles empedradas y casas de adobe, situadas en una colina a la usanza de las poblaciones que buscaban la protección de sus enemigos en las barreras naturales. En vistas a esto, también tiene un castillo que domina su punto mas alto y una iglesia que es a la vez museo de la localidad. Se dice que en Calatañazor, Almanzor perdió el tambor en referencia a que se cree que fue aquí donde finalmente fue derrotado el temible guerrero y posteriormente trasladado a Medinaceli donde reposan sus restos.

Ya casi extenuados llegamos a Soria y fuimos en busca de nuestro hotel El Cadosa, situado a 5 km de la ciudad. Resulto el típico hotel de paso, en el que solo se va a dormir y viendo esto y a pesar de haber reservado con bastante anterioridad nos pareció bastante caro. Una simple exploración en internet basta para comprobar que en Soria capital no existen muchas más opciones donde escoger, siempre y cuando no se opte por visitar alguno de los privilegiados paradores con que cuenta la ciudad.

Al otro dia, con las pilas recargadas enfilamos hacia el yacimiento de Numancia, que fue una de nuestras motivaciones en este viaje. La leyenda de la ciudad celtíbera que resistió durante mas de 20 años el ataque de los romanos y que finalmente sucumbió ante el sitio del general Escipion y cuyos habitantes prefirieron inmolarse en una hoguera gigante a ser esclavos nos tenia cautivados desde hacia tiempo.
Numancia
Numancia

La visita puede hacerse por menos de 5 euros incluyendo un guía, arqueólogo del yacimiento que explica con todo lujo de detalles las distintas fases por las que paso la ciudad, los pormenores de la vida de sus habitantes y como el general romano ideo su toma, situando 7 campamentos por el valle que la rodea y extendiendo una empalizada por entre los mismos de manera que no se pudiese entrar ni salir.
Casa Romana, Numancia
Casa Romana, Numancia

También puede conocerse mediante los trabajos arqueológicos allí desarrollados, pormenores y curiosidades de la vida diaria de las poblaciones celtíberas, por ejemplo como estructuraban su casa, como enterraban a sus muertos con sus armas dobladas para que fuesen inútiles en la otra vida, o como los abandonaban tras morir en batalla, creyendo que al ser comidos por los buitres llegaban junto a Dios mas rápidamente. Sin dudarlo es una de las visitas a las que mas jugo he sacado de todas las que he ido.
Ruinas de Numancia con reconstruccion de casa celtibera al findo
Ruinas de Numancia con reconstrucción de casa celtíbera al fondo

Saliendo, si aún se quiere profundizar más en el tema, puede visitarse el aula arqueológica de Garray o el museo Numantino en la capital. Estando cerca de Soria  es muy recomendable acercarse a comer en Valonsadero, un paraje campestre donde se pueden ver animales en libertad, apreciar pinturas rupestres o degustar en el restaurante La casa del Guarda de platos típicos de la cocina soriana con muchos de sus platos basados en el cerdo, tanto que hasta puede encontrarse en el Burgo un museo dedicado a la matanza de este animal. La tarde la dedicamos a recorrer Soria capital que posee varios lugares, pero no llevan mucho más que un día de visitar. 

Puede verse la plaza mayor, la concatedral de San Pedro, la iglesia románica de Santo Domingo, los arcos de San Juan de Duero, o el instituto Antonio Machado. Precisamente Soria fue testigo de la vida de dos grandes de la poesía hispana Becquer y Machado y de este último la ciudad cuenta en voz baja, por cada uno de sus calles, los detalles del romance que tuvo con una hija de allí, Leonor, a la que doblaba en edad y que fue malograda por la muerte temprana de esta, sumiendo al poeta en una profunda depresión que lo llevo a alejarse de Soria.
Arcos de San Juan de Duero, Soria
Arcos de San Juan de Duero


Un consejo es que mientras se camina por El Collado, se debe de probar alguna de las pastas de Soria. Si tenéis suerte, algún soriano os recomendara comprar las hechas por las monjitas en el monasterio de las hermanas clarisas, junto a la iglesia de Santo Domingo. Todo una delicia. 

Otra leyenda que cuentan los orgullosos sorianos es la de San Saturio, hijo noble de la ciudad que en el siglo VI decidió donar sus bienes a los necesitados y mudarse a una cueva en las cercanías del Duero para consagrarse a la oración.
Ermita de San Saturio
Ermita de San Saturio

Su vida y milagros fueron trasmitidos al pueblo de Soria por su discípulo provocando en todos una devoción que llega hasta hoy y gracias a la cual se edifico en las margenes del río una ermita sobre la supuesta cueva del patrón, la cual se yergue a gran altura siendo un conjunto sorprendente a la vista por fuera y cautivante por dentro.

Y así termino nuestra incursión en estas tierras, habiendo hecho otra escala en Almazan, lugar con poco interés a nuestra vista y dejando para otro viaje Medinaceli, mientras volvíamos a Madrid primero por la N111 luego por la A2. Volvimos extenuados y satisfechos con lo fructífero de nuestro viaje de dos días.